Es
un poco complicado definir qué es exactamente lo que uno se lleva del primario.
En primer lugar porque resumir siete años en un par de oraciones parece casi
imposible y más teniendo en cuenta que es la etapa en la que se empieza a descubrir
un mundo por fuera de la casa, forjas raíces y vínculos y comenzas a dar ‘’tus
primeros pasos’’.
Es
en este periodo de tu vida en la que empezas a cuestionarte diversas cosas,
querés entender el por qué de todo y es
a partir de esa incógnita en donde
se desarrollan tus primeros conocimientos y saberes. Estos conocimientos forman
tu base para el día de mañana, cuando ya hayas dejado de ser un pequeño
estudiante de primaria y sea hora de que refuerces y nutras esa ‘’base’’.
Además
en todo ese crecimiento que se empieza a producir, no estás solo, sino que te encuentras
acompañado de tus amigos que serán tus compañeros a la hora de descubrir el
mundo que se les presenta frente sus
narices y a su vez, entre juego y juego establecen sus primeros vínculos, más allá
de tus padres. Estos vínculos logran perdurar en el tiempo, porque también se integran
a nuestras bases y a medida que pasan
los años, se van volviendo más y más fuertes.
En
resumen, el primario significa la niñez e infancia de cualquier persona.
Momento de tu vida en el que te dedicas a descubrirte a vos mismo, al medio que
te rodea y a su vez forjar valores para
el día de mañana.